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Hoy vamos a escribir sobre un tema recurrente en el trabajo de los detectives privados. A menudo cuando hablas a una persona de tu trabajo, la primera pregunta que hacen es cuántas infidelidades hay, buscando el lado novelesco de la profesión.
Es cierto que son casos siempre presentes, pero no del todo habituales. Enfrentarse a la confirmación de una infidelidad no es fácil. Es mayoritario el número de mujeres que contratan este tipo de servicios tras haber detectado señales del tipo de modificación de horarios en la pareja, disminución de la comunicación y relación, evasivas, etc.
Cuando contratan el servicio lo hacen porque hay sospechas pero no siempre se está preparado para la confirmación del hecho. Hay que decir que una infidelidad se detecta rápido y es un momento complicado comunicar al cliente que efectivamente su pareja le está siendo infiel, dando pruebas como lugares de reunión, horarios, o quién es la otra persona.
Es habitual que el cliente busque en un primer momento razones o excusas para no ver la realidad (será un tema de trabajo, me dijo que tenía una reunión, que se quedaba con sus amigos, etc.) pero finalmente el hecho de la confirmación puede resultar un alivio en el sentido de que se conoce la situación. La información sobre una situación es crucial, nos ayuda a tomar las decisiones adecuadas y en el caso específico de la infidelidad, a terminar con el engaño que puede afectar no sólo a la pareja sino también a sus familiares.
Nunca es tarde ni inadecuado para conocer la verdad.